Cuando
me preguntaron si me gustaría escribir un prólogo para este libro [Fires],
les dije que no me parecía buena idea. Luego, pensándolo bien, me pareció
que no estaría mal comentar un par de cosas. Pero no como prólogo, les dije.
Escribir un prólogo me parece presuntuoso. Los prólogos y los prefacios a la
escritura propia, sea prosa o poesía, deberían reservarse para autores ya
consagrados, les dije. Pero podría ser, añadí, una especie de epílogo. Así que
lo que viene a continuación, para bien o para mal, son unas pocas palabras del
autor al final del libro.
Escribí
estos poemas entre 1966 y 1982. Algunos aparecieron primero en pequeñas
entregas como
Near Klamath, Winter Insomnia
y At Night the Salmon Move.
También he incluido poemas escritos tras la publicación de At Night the
Salmon Move en 1976, poemas que habían aparecido en revistas y
periódicos pero aún no en libro. No presentan un orden cronológico. Más bien
los he ordenado según la manera de pensar o de sentir que transmiten.
Constelaciones de sentimientos y actitudes vitales que percibí cuando empecé a
revisarlos para realizar esta recopilación. La mayoría se adentraban de forma
natural en los ámbitos de mis diversas obsesiones como, por ejemplo, los que
tienen que ver, directa o indirectamente, con el alcohol, con los viajes y los
personajes que te encuentras por el camino o con asuntos domésticos. Éste fue
el criterio que seguí a la hora de organizar el libro. Por ejemplo, en 1972 escribí y
publiqué un poema titulado “Cheers”. Diez años
después, en 1982, con una vida completamente distinta y tras muchos poemas de
naturaleza muy diferente, me encontré escribiendo un poema titulado “Alcohol”. Así
que cuando llegó el momento de hacer la selección para el libro, tuve la
satisfacción de comprobar que la mayoría de ellos sugerían por sí mismos dónde
debían ir. No hay nada más digno de mención sobre este proceso.
Sí
me gustaría añadir que casi todos los poemas aparecidos en los primeros libros
han sido ligeramente revisados, en algunos casos sólo levemente, pero han sido
revisados. Creo que para bien. Luego añadiré algo más sobre la reescritura.
Los
dos ensayos fueron escritos por encargo en 1981. En el primer caso, un redactor
de The New
York Times Book Review me invitó a colaborar con un texto sobre
“alguno de los aspectos de la escritura” y este breve ensayo titulado “Sobre la
escritura” es el resultado. El otro surgió fruto de una invitación a colaborar
en el libro colectivo sobre “influencias” titulado In Praise of
What Persists, que estaba
siendo recopilado por Steve Berg de American Poetry Review y Ted
Solotaroff de la editorial Harper and Row. Mi colaboración fue “Fires” y luego
se le ocurrió a Neil Young utilizar el mismo título para el libro.
El
primer cuento, “The Cabin”, fue escrito en 1966 e incluido en Furious
Seasons. También lo revisé este verano para
su inclusión aquí. Indiana Review lo publicará también en su número de
otoño de 1982. El relato más reciente es “The Pheasant”, que saldrá publicado
este mes en una edición limitada de Metacom Press y este otoño en New England
Review.
Me
gusta revolver por los cuentos. Siempre ando remendándolos después de
escribirlos. Cambiando esto y aquello. La escritura inicial me parece el
momento más duro que tengo que pasar para divertirme luego. La reescritura es
algo que me encanta hacer.
Soy
poco espontáneo, me parece. Más bien precavido, reflexivo. Puede que esto lo
explique, puede que no. Puede que no haya conexión alguna. Pero sé que la
revisión de mi trabajo es algo natural en mí y disfruto haciéndolo. Quizá la
reescritura sea un acercamiento gradual a la pulpa del relato. Tengo que seguir
intentándolo para ver si puedo extraerla. Se trata más de un proceso que de
algo fijado como definitivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario