1977
Viernes 24 [de junio]. Mañana luminosa. Me espera la dentista a las 2 de tarde. Lástima. Sigue la huelga, pero a partir del lunes los profesores podrán dar sus clases en sus casas. Yo seguiré con el seminario. Resulta, después de unas horas, que la cita con el dentista no era hoy. Estupidez de la enfermera.
Después de mi conversación con García Márquez ya no me preocupa tanto lo del Premio R.G. [Rómulo Gallegos]. Creo que podré dedicar el tiempo que me queda a leer únicamente las novelas que tienen alguna posibilidad: las que siempre he pensado que la tenían. Ahora hay que ponerse en comunicación con Caracas. [...]
Julio 22, viernes. Anoche ya tarde llegamos a Caracas. Fueron a recibirnos al aeropuerto Adriano [González León] y dos muchachas muy guapas y ya nos instalaron en el hotel Tamanaco, que es como el zócalo de Caracas. Hoy todo el día he tenido bastantes cosas. En primer lugar una entrevista para El Universal, luego una entrevista con El Nacional, luego una reunión con los jurados. Yo creo que todos están a favor de Carlos Fuentes. Por la tarde, con Ángel Rama y Goytisolo a contar chismes literarios transnacionales. Goytisolo no me ha querido decir quién fue el autor del remark del que me habló Octavio. Ya voy a averiguarlo. No hemos visto nada de Caracas. Es imposible, por la configuración de la ciudad, salir a ver nada. No hay aceras para caminar y todos van en coche.
Jueves 28 de julio de 1977. Ya de regreso de Caracas. Llegamos anoche. Tengo muchas cosas que escribir acerca del viaje y de las gentes que conocí. Caracas es una ciudad muy extraña. Me hago muchísimas reflexiones acerca de su traza geométrica, de su carácter de ciudad pura. Los hombres sólo se divisan al fin de las lejanas perspectivas que su accidentada topografía impone desde cualquier punto de la ciudad y en cualquier dirección de la mirada. Casi siempre está uno encima o debajo de algo y a veces participando de ambas situaciones a la vez, como en el mirador situado al pie del monte Ávila. Otra característica de esta ciudad es que todas sus partes son visibles desde cualquiera de ellas. A simple vista no hay nada oculto porque la simple vista lo abarca todo desde donde sea. Tocan la habanera de Chabrier. Me repugna que los venezolanos llamen a la unidad de su moneda con el nombre de su más grande héroe; es como degradar el nombre a su posibilidad más abyecta, a su potencia negativa más baja. Esta denominación conjuga en una sola infamia dos bajezas, la inicial minúscula y el plural epiceno.
4:45 p.m. Llama Michèle. Los teléfonos están intervenidos. En una fracción de segundo oigo el eco magnetofónico de nuestra conversación. Cae un gran aguacero mexicano. Gracias. Granizo. Un poco después se va la luz. No sé si podré oír mi programa, que consistió en lecturas de Terra nostra. Ahora vuelve el recuerdo de aquella tarde, de vuelta de Cuernavaca, en que se fue la luz y que estuve escribiendo con luz de vela.
Ninguno –por miedo a represalias políticas–, ninguno de los furibundos novelistas latinoamericanos tiene el valor de reconocer su deuda con Céline. Eso sería un buen tema para un artículo. [...] La luz sólo se fue en una de las líneas. En mi recámara oigo mi programa. Realmente se trata de un gran libro. No tengo ningún empacho en decirlo. Nadie puede ser tan estúpido para inadvertir el carácter apocalíptico de ese texto.
¿Qué habrá sido de todos esos artistas que nunca encontraron a su público?
Miércoles 31 VIII 77. Otro mes que se acaba. Por la mañana fui a cobrar mi sueldo a la universidad. Amanecí resfriado y con dolor de espalda. Por eso no fui hoy al Centro de Escritores.
JB [“Jardín botánico”]. Hoy hizo José nuevos cortes a la higuera, a ver si podemos obtener un acodo pues el otro no salió bien y prepara la tierra del nuevo arriate que hay en lugar de la estúpida puerta.
Hoy en la mañana habló Ángel Rama, que está de pasada.
Miércoles 14 IX 77. Pasó el día nefasto, pero no sabemos nada de lo que nos espera. Hubo muchas bombas anoche. Murió Robert Lowell. Ahora pienso todo el tiempo en mis padres y en Mariana. Pensamientos tristes. Hoy en la tarde Centro de Escritores y luego el largo fin de semana de las fiestas patrias.
Jueves 15 IX 77. Día patrio. Luminoso primero y luego pluvial. Ahora son las 4:30 de la tarde, parece que va a llover de un momento a otro. Este es ya nuestro segundo 16 de septiembre en esta casa. Ha hecho un día maravilloso pero yo estoy muy triste por todo. Viendo el cielo recordé a mi maestro Guerrero Galván.
Hoy en la mañana compartí el pulque de los albañiles y luego me fumé un cigarro de mariguana. Tuve un inmensa emoción mexicana, casi una alucinación. Paulina se compró una portentosa cámara Leica y un juego completo de pirotecnia para mí para quemar esta noche. Faltan pocos días para que se cumpla un año de la muerte de mi papá. Hoy en la mañana recordé muchas cosas de mi vida en esta casa. La época en que estaba yo convaleciente de la difteria. Una larga convalecencia. Tenía 18 años (o 17). Mi mamá había regresado del Perú. Creo que mi papá estaba en Europa.
Lunes 19 IX 77. Trabajé prácticamente todo el día en mi colaboración para Vuelta. Estoy un poco cansado de todo eso. De ese profesionalismo intelectual. Tengo que componer todo eso.
Anoche seguí leyendo la novela de Jorge Ibargüengoitia [Las muertas]. Hoy la terminaré. Me parece magnífica. No muy original. Se parece en la técnica a In Cold Blood. Pienso en tres primas amables. Ya se sabe quiénes son. Benditas si llegan hasta donde yo estoy.
Murieron últimamente Leopold Stokowski y ayer o antier María Callas. Una época de la música.
Martes 25 X 77. En la mañana fui al taller de poesía. Tengo bastantes alumnos. Habla Rojas Zea para formalizar lo del 1+1. Hoy amaneció cambiado el sentido de la avenida Sosa. Ahora va de Panzacola (o de San Ángel) hacia el Centro de Coyoacán.
Domingo 20 XI 77. Mi siguiente artículo se llamará “Acuse de recibido” y hablaré de algunos libros que he recibido últimamente: el de Esther, el de Castañón, el del arquitecto Del Moral. Voy a hacer una clasificación bibliográfica por colores de la portada de los libros para poder hablar del de Vallarino.
Ya se acabó el domingo. Trabajé un poco en mi artículo. Mañana otra vez a clases. Vino Pepe de la Colina a traer el número uno del suplemento cultural delUnomásuno. Está bastante bien. Puede mejorar. Pepe entiende y está de mi parte. Tal vez principio de rebelión.
Martes 29 XI 77. Le dieron el Premio Nacional a Octavio Paz. Por la mañana fui a dar mis clases y ahora me dispongo a escribir mi artículo que tendrá que ser sobre este premio. Mañana por la
mañana me van a sacar para un programa de televisión sobre
la Academia. Tengo poco tiempo libre para mis cosas. Mi abuela está mal, los asuntos marchan poco a poco. Ya recogió Paulina los análisis, así es que antes de quince días nos tenemos que casar pues después ya no valen.
Viernes 9 XII 77. Hoy en la mañana nos casamos. Ahora tengo que ir a la Academia a la sesión final del año. Va a ir el Presidente. Es una lata espantosa porque habrá discursos y todo eso. Preferiría hacer la crónica de mi boda.
Por la noche. Saliendo de la Academia nos enteramos de que Porfirio Muñoz Ledo renunció. Nadie se explicaba por qué Solana había ido con el Presidente y los oradores lo llamaban secretario de Educación. En fin, tal vez mañana haya detalles en los periódicos.
Total que el día de mi boda fue un día ocupado de cabo a rabo.
Jueves 22 XII 77. Hasta muy tarde en la cama reponiendo las energías emocionales perdidas con la emocionante aventura de la otra noche. Hizo mucho frío anoche, pero dormí bien hasta las seis de la mañana. Es un síntoma de vejez despertar al alba. Entonces me pongo a pensar. Soy absolutamente libre a esas horas en las que pienso en los ausentes. Hoy en la madrugada estuve reconstruyendo el viaje que hice con mi papá en 1965. Es sorprendente la precisión con la que recuerda uno ciertos detalles insignificantes. [...] Creo que desde ahora en adelante no volveré a separarme de mi cuaderno por las noches. Es cuando a uno se le ocurren más cosas. Todos los libros del mundo, de todos los géneros, se le ocurren a uno entre las 5 y las 7 de la mañana. Es tan fácil pensar.
Elle était comme la mer –cette lettre toujours recommencée.
1978
[Domingo 1º de enero de 1978]
Este furor de fuego al que las olas
contribuyen con hosca marejada
mientras estériles y solas
las mujeres se van por la enramada.
Bueno, fin del primer día de 1978. Se aprende a escribir el número del año bastante pronto. Estos cuadernos nuevos están bastante buenos. Nos elevaremos o descenderemos a insospechadas potencias durante este año. Comienza una forma misteriosa de la floración del espíritu.
Noche y día. Perfectos en su luminosidad.
Lunes 2 de enero de 1978. Me despierto a las siete de la mañana, con la mejor disposición de ir a la universidad a dar mis clases, pero a las ocho me es imposible salir de la cama y me quedo acostado hasta las 11:30. Luego empiezo a escribir mi artículo sobre Gironella. Un proyecto literario interesante: Diarios 1968-1978 para componer durante este año y publicar al final de 78. Un proyecto de largo alcance en el que hay que conservar únicamente lo que desearemos evocar mañana, como dice el formidable Edmond Teste.
Viernes 20 [de enero]. [...] Me encargan de la universidad un prólogo para unmaterial de lectura sobre Mallarmé. 4 cuartillas, 3000 pesos, no está mal;además la selección de los poemas.
Ya la estoy haciendo mentalmente. Pondré mis traducciones de “Toast funèbre” y “Brise marine”. La de Octavio del soneto en ix, la de Cuesta de “La tumba de Edgar Poe”, la de Tomás Segovia del cigarro y alguna de Alfonso Reyes, la “Noche idumea” tal vez.
Por la tarde estuve preparando la cronología de Mallarmé para mi prólogo.
jb. Trajeron los árboles que compramos ayer. Ya planté la lavanda y por la tarde plantaron el álamo en la calle y yo planté la higuera en el mismo lugar en que estaba la otra. La higuera 1.20 m y el álamo 80 cm, contra la barda.
Sábado 21 I 78. No fui la junta de Vuelta. Me aburre soberanamente. Voy a cumplir mi trato de distanciamiento. Me dedicaré hoy mejor a hacer mis artículos y lo de Mallarmé. En esto último creo que me puede ayudar Mauricio [Lavista].
Por la noche. Cada vez aspiro más fervorosamente a vivir en la cama. Ahora estoy en la cama. Creo que no saldré de ella hasta mañana por la mañana.
Martes 4 IV 78. Proyectos antes de dormir:
Para material de lectura: Un número que llevará El cuervo –primero en inglés y frente a frente la traducción de mi tío Enrique, seguida de la versión en español deThe Philosophy of Composition.
Segundo: The Wreck of the Deutschland y mi traducción con el original al frente y una breve nota de introducción.
Tercero: Algo de D’Annunzio. Alcyone tal vez.
Cuarto: Una selección de Rubén Darío.
Quinto: Una mínima antología de Stefan George.
Sexto: Un “Jules Laforgue”.
Séptimo: “Elegías romanas” de E.G.R.
Octavo: Un “López Velarde puro”.
Noveno: Un “Barba-Jacob”.
Décimo: Un “Día Mirón”.
Undécimo: Un breve Baudelaire.
Duodécimo: Un Joyce without choice.
Decimotercero: Un “Pequeño Kafka absoluto”.
Decimocuarto: Uno sobre Góngora –en estilo de Gracián.
Decimoquinto: Un “dechado” de Quevedo –posiblemente el “Ojo del culo”, el necio y uno de los “sueños”.
Decimosexto: Tres poetas malditos rusos: Ajmátova, Esenin, Blok.
Decimoséptimo: Marcel Schwob: Espicilegio.
Decimoctavo: Un Chamfort: Maximes et Pensées.
Decimonoveno: Ese tratado de pintura automática que aparece en L’Éphémère.
Vigésimo: La “Alejandra” de Licofronte que aparece allí también.
21.- Un Rimbaud: Una temporada en el infierno.
22.- Un ensayo de Cioran –el que yo traduje hace muchos años sobre la civilización. Revista de la unam.
23.- Un “Leonardo da Vinci”.
24.- El ensayo de Fenollosa.
25.- Un “Borges”.
Jueves 3 VIII 78. [...] Ayer murió Carlos Chávez. Él representa a la música en el grupo de los Contemporáneos. Los americanos lo ayudaron mucho. Algunas de sus cosas son bastante buenas. Yo creo que voy a escribir un artículo sobre él si me pagan entre hoy y mañana. No se atreven a llamarle “músico”.
Miércoles 30 [de agosto]. Hoy me desperté con la triste noticia –leída en Excélsior– de la muerte de Roberto Ibáñez, el poeta padre de Ulalume a quien conocimos hace algunos años. Hombre encantador. Cuando Paulina le habló a U. se acababa de enterar por el mismo medio que nosotros.
Después de comer habló Riqui para decir que habían secuestrado a Margáin hijo, el filósofo. También en la misma calle de Cuevas y de todos ellos. ¡Qué raro es todo lo que está pasando!
Jueves 31 VIII 78. Mataron a Margáin. Al rato vamos al velorio. Cada vez es peor la situación.
Antes de dormir. Fuimos al velorio de Margáin. Después estuve pensando en todo eso y agregué unas cuantas líneas a mi ensayo de Perezcano. La cosa está difícil. Nadie sabe quién lo hizo y contra quién. Creo que tendrá consecuencias muy graves.
Viernes 8 [de septiembre]. Por la mañana trabajando en lo de los cuadros. Por la tarde a cobrar al 1+1. Hoy salió mi artículo sobre la muerte de Armillita, pero los estúpidos lo pusieron en la sección de deportes donde parece una cosa marciana. Cuando regresé vino Pía. Está preciosa y creció mucho y más femenina y simpática.
Viernes 1º de diciembre, 1978. Casi imperceptiblemente hemos llegado al final de este año. Creo que he trabajado más o menos bien en lo que va de él. Hoy hace 32 años que me escapé de enms [Elsinore Navy & Militar School] con Fred Platner. Somos los únicos que conseguimos hasta entonces realizar la proeza. A casi todos los cogían en el pueblo, al llegar a la estación de los autobuses. Nosotros conseguimos llegar a Los Ángeles. Interesante recuerdo para mí. Durante las fiestas del Thanksgiving que había yo pasado en casa de Platner nos habíamos robado una botella de whisky marca Black & White que cuando regresamos a la escuela enterramos en la playa. Días después fuimos a beberla y nos emborrachamos muchísimo. No tomaron ninguna acción contra nosotros inmediatamente aunque todos se habían dado cuenta. ninguna parte a dónde ir.
Todo se resume en una situación amarga. Yo no entiendo nada de lo que está pasando.
Domingo 15 VII 79. Ayer vino Pepe de la Colina. Estuve muy contento conversando hasta la noche, es un espíritu en verdad literario. Cosa poco frecuente. Comparte mis admiraciones y mis deficiencias en el juicio literario.
Domingo bastante grato. Sobre todo ante la expectativa de seguir ocioso y de no tener nada que hacer mañana más que ir a cobrar mi sueldo.
Sábado 28 VII 79. Pasé mala noche. Por beber leche. Hoy ya empezaron a salir los nombres de los rateros del cine. Muchos conocidos, algunos “intelectuales”. En fin. Llovió durante la noche, amaneció el día claro y soleado. A ver si hoy consigo el Vuelta. Le hablé por teléfono a Mariana, pero no la encontré. Anoche como no podía dormir bien estuve leyendo la novela de I[bargüengoitia, Dos crímenes]. Está laboriosamente escrita, lo
que se nota. Hasta donde voy me parece mejor Las muertas. Creo que este fin de semana ya me tengo que poner a trabajar en la obra de teatro. El plazo se acorta y hay que cumplir.
Por la tarde. Ya terminé de leer la novela de Ibargüengoitia. Me gustó en resumidas cuentas y como todos sus libros se lee de una sentada, cosa que pasa poco hoy en día.
Volví a llamar a Mariana pero la muchacha que contesta no sabe hablar y es imposible comunicarse. A ver si acaso llama Pía, como quedó.
No sé por qué la novela de Ibargüengoitia me produjo una sensación de tristeza muy profunda, más de lo que yo me hubiera imaginado. Todo es tan característico y tan amargo.
Martes 16 de octubre de 1979. Desde ayer a mediodía estamos en Zihuatanejo en el Hotel Catalina. Desde ayer estamos la mayor parte del tiempo en la playa. El tiempo está divino. Hoy en la tarde ya no fuimos a la playa. Paulina fue al pueblo de compras y yo me quedé escribiendo mi artículo.
Jueves 18 X 79. Hoy ha sido el mejor día de nuestras vacaciones. Ha sido el más sereno. Me he sentido mejor. La tortícolis ha desaparecido y por la tarde he podido adelantar algo de mi artículo. Nunca en mi vida había comido tantas almejas como en estos días, y además están deliciosas. Creo que la dieta me hará bastante bien.
Martes 6 XI 79. Por la mañana a la universidad. En el pizarrón había la siguiente leyenda: Elizondo es puto. Vejamen académico clásico y tradicional. Me dio cierto gusto. Me sentí en plenitud como profesor universitario. Debí haber llamado a algunos profesores como testigos de descargo. Hoy trataré de empezar a escribir mi artículo para el Vuelta de enero.
Sábado 17 XI 79. Anoche fuimos al estreno de Exiles con Ofelia Medina. Estuve feliz. Hace unos treinta años que no gozaba del teatro como anoche. Dando por descontado a Joyce, que es el más grande artista de este siglo, la puesta de escena era verdaderamente perfecta. La directora Marta Luna me parece que fue la revelación. [...] Ya nunca hay confusión de sentimientos. Todo está claro. Claridad restallante. La confusión está en todo lo que escribimos. Lo que hacemos está muy claro. No hay duda más que acerca de lo que pensamos. Yo creo que Exiles es una gran obra y que su estreno en México constituye el único acontecimiento digno de un cierto interés. Digo de un cierto interés porque la personalidad de su autor, con ser contradictoria, insiste en algunos aspectos de estética histórica que son especialmente interesantes para nosotros. Nótese por ejemplo la identidad que hay entre Irlanda e Hispanoamérica por lo que respecta a la apropiación y superación de la lengua de los conquistadores por los aborígenes.
Sábado 1º de diciembre 1979. Hoy hace 33 años que Platner y yo nos escapamos de Elsinore. No se me ocurre nada más. Creo que lo celebraré escribiéndole a Platner una pequeña carta, a ver si lo localizo.
A mediodía habla Tito Monterroso para felicitarme por mi Camera lucida. Aprecio mucho su opinión y su persona y le agradezco mucho sus comentarios.
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