14 nov 2011

20 preguntas a Andrés Burgos

1. ¿Escribir sobre lo público o lo privado?
Lo privado. La ficción como chisme, como ventana a las vidas ajenas. Aunque una novela o un cuento se refieran a lo público siempre estarán relatando lo privado. La narración de los grandes hitos históricos es una excusa para traernos rumores de vecinos lejanos.

2. ¿Escribir de día o de noche?
Escribir a todas horas, que no teclear. Escribir caminando, bajo la ducha, leyendo. Incluso escribir escribiendo. Escribo de día en horario de oficina. De oficina pública.

3. ¿Cuál es la obra literaria más sobrevalorada?
Tokio blues, de Haruki Murakami.

4. ¿Y la injustificadamente olvidada?
Por más que lo intento no logro recordarla.

5. ¿La obra maestra que nunca ha leído y quizá ha dicho que sí?
En busca del tiempo perdido de Marcel Proust. No es que haya dicho que la he leído, simplemente si alguien supone que lo hice no me apresuro a negarlo. Me gusta complacer a mis interlocutores.

6. ¿Cuál es el secreto literario mejor guardado?
La literatura no es tan importante como creemos quienes tenemos algún tipo de relación con ella.

7. ¿Hace daño el culto al escritor?
Tal vez, pero es parte del comportamiento humano. La mayoría de las veces no pasa de ser una nimiedad, una anécdota de hinchas que trae menos consecuencias económicas y sociales que, por ejemplo, el culto a los líderes en general.

8. ¿Cómo reaccionaría si descubriera miles de copias piratas de sus libros en el mercado negro?
Me pondría muy feliz pero haría todo lo posible para disimularlo.

9. ¿El Estado debe pagar para que los escritores escriban
No como situación permanente, pero si de vez en cuando, a modo de beca o premio. Le alivian la vida alguno para que pueda terminar una obra, no seré yo quien se queje.
Tampoco estaría mal que a algunos les pagaran para no escribir. Y lo digo sin mala leche. Hay muchos que por andar escribiendo nos están privando de su propio tiempo como excelentes profesores o promotores de lectura.

10. ¿La “escritura creativa” puede aprenderse en un taller?
¿Puede aprenderse a jugar fútbol en una escuela? Evidentemente hay elementos que se enseñan y la técnica puede ser depurada. Pero la esencia siempre vendrá del potrero, de la cancha de arenilla.

11. ¿Qué es un best-seller?
Con los best-seller a muchos escritores nos sucede lo mismo que a muchas mujeres cuando se enfrentan a otra que es muy exitosa, rica y atractiva: aunque no compartamos universos ni pretendientes no podemos evitar mirarlos con recelo.

12. ¿Qué hábito envidia de otro escritor?
La capacidad de trabajo de Mario Vargas Llosa.

13. ¿Qué eslogan propondría para una campaña nacional de lectura?
“Los libros no tienen grasas trans”.

14. ¿Si fuera libro cuál sería?
Uno de cuentos. Probablemente Autoayuda de Lorrie Moore.

15. ¿Cuál fue el primer libro que robó o debió haber robado?
Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift.

16. ¿Raya los libros?
Soy muy perezoso para eso. Rayar libros es comprometerse, sin saber si se va a cumplir, en una cita a ciegas con la relectura.

17. ¿Con qué cliché literario se (le) identifica?
Con el de escritor joven. Cada noche los achaques me llevan a poner la alopecia más temprano en la almohada y aun así, al día siguiente, cuando me despierto, el calificativo sigue ahí.

18. Si estuviera en su poder ser obedecido como gobernante, ¿qué regla le impondría a los ciudadanos?
La estricta prohibición, so pena de muerte, de hablar en el cine.

19. ¿Qué muerte célebre, de algún personaje real o de ficción, le gustaría tener?
La de Dorothy Parker: viejo, acompañado por mi perro y un vaso de licor.

20. Si este es su último aliento, ¿cuáles son sus últimas palabras?
Se hizo lo que se pudo.

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