2 nov 2012

desayuno




me levanto a las seis
no suena el despertador
me zamarrea alguien del sueño
me lavo los dientes y me siento a escribir
lo hago casi hasta las ocho
todos los días, después
cambio a los nenes
preparo la leche
hago unos sandwichitos
me pongo las zapas
los llevo al colegio
llueve una cosa torrencial
busco un paraguas
casi me rindo
salgo de nuevo
y hago gimnasia
sesenta minutos pensando
“quiero volver a casa
sentarme a escribir
quedarme
escribiendo el día entero”
voy a levantarme una mañana
voy a abrir la boca
ir al trabajo
voy a decir: “hola señores
no sé de qué voy a vivir
pero no quiero
seguir viniendo acá
quiero escribir
quiero estar en otro lado
todo el tiempo
con la poesía”.

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