16 sept 2013

El calamar y su tinta


Escribo esto día tras día; va cuajando: el calamar produce su tinta: ato mi imaginario (para defenderme y ofrecerme a la vez). 

¿Cómo sabría yo que el libro está terminado? En suma, como siempre, de lo que se trata es de elaborar una lengua. Ahora bien, en toda lengua los signos regresan, y a fuerza de regresar, terminan por saturar todo el léxico –la obra. Como he ido reseñando la materia de estos fragmentos durante meses, todo lo .que me pasa desde entonces viene a encasillar espontáneamente (sin forcejeo) dentro de las enunciaciones ya elaboradas: la estructura se va tejiendo poco a poco y, al irse haciendo, se imana cada vez más: así se construye, sin ningún plan de mi parte, un repertorio finito y perpetuo, como el de la lengua. Llega un momento en que ya no hay otra transformación posible sino la que ocurre a la nave Argos: yo podría quedarme con este libro durante mucho tiempo, cambiando poco a poco cada fragmento. 

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