Observa el árbol gris. El cielo atravesó
por debajo sus fibras, en la tierra;
tan sólo queda una encogida nube
cuando bebe la tierra. El espacio robado
se tuerce en pliegues, todo entretejido
en el follaje. Efímeros momentos
de libertad se elevan en nosotros, giran alrededor
de las Parcas y mucho más allá.
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