7 jul 2011

PETICIÓN DE TRABAJO

Poesía de encargo es artefacto.
El constructor de artefactos puede producir muchos
(sin buscarse más fatiga que la del trabajo manual).
El motivo puede ser, a veces irónico:
el artefacto lo es siempre.
Pasaron los tiempos en que, voraz economizador,
lo gastaba todo, invirtiendo mi dinero(mucho,
porque era mi semen y yo siempre estaba en erección)
en la compra de terrenos de bajísimo valor
que se revalorizarían de allí a tres siglos.
Era ptolemaico (como todo muchacho)
y contaba la eternidad, precisamente, en siglos.
Consideraba la tierra como el centro del mundo;
la poesía en el centro de la tierra.
Todo era bello y lógico.
Y, además, ¿qué motivos tenía para no creer
que todos los hombres no fueran como yo?
Liego, en cambio, todos resultaron ser mejores que yo;
y yo resulté ser, más bien, un hombre de raza inferior.
Devolví el cumplido
y supe que ya no quería escribir poesías. Pero ahora,
que la vocación esta vacante
-pero no la vida, no la vida-
ahora que la inspiración si llega, versos no produce-
os lo ruego, sabed que aquí estoy dispuesto
a suministrar poesías por encargo: artefactos*.






* Incluso explosivos

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