13 jul 2011

Sobre la novela y el cuento

La novela y el cuento no son formas homogéneas sino, por el contrario, formas completamente extrañas una a otra. Por esta causa no se desarrollan simultáneamente ni con la misma intensidad en una misma literatura. La novela es una forma sincrética (poco importa que se haya desarrollado a partir de la colección de cuentos o que se haya complicado integrando descripciones de costum­bres); el cuento es una forma fundamental, elemental (lo cual no quiere decir primitiva). La novela viene de la his­toria, del relato de viajes; el cuento viene de la anécdota. Se trata de una diferencia de principio determinada por la longitud de la obra. Diferentes escritores y diferentes lite­raturas cultivan o la novela o el cuento.

El cuento se construye sobre la base de una con­tradicción, de una falta de coincidencia, de un error, de un contraste, etc. Pero esto no es suficiente; en el cuento, como en la anécdota, todo tiende hacia la conclusión. El cuento debe lanzarse con impetuosidad como un proyectil lanzado desde un avión para golpear con su punta y con todas las fuerzas el objetivo propuesto. Me refiero aquí al cuento de intriga, dejando de lado el cuento-descripción que caracteriza la literatura rusa, así como el relato direc­to. Short story es un término que implica siempre una his­toria y que debe responder a dos condiciones: dimensio­nes reducidas y acento puesto sobre la conclusión. Estas condiciones crean una forma enteramente diferente a la novela, tanto en su finalidad como en sus procedimientos

[...] El cuento recuerda el problema que consiste en plantear una ecuación con una sola incógnita; la no­vela es un problema complejo que se resuelve mediante un sistema de ecuaciones con muchas incógnitas cuyas construcciones intermediarias son más importantes que la respuesta final. El cuento es un enigma; la novela corres­ponde a la charada o al jeroglífico.



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